lunes, 4 de octubre de 2010

VIAJAR ES UNA NECESIDAD DEL ALMA


Viajar para mí es una necesidad del alma. Es aprender de lo que es distinto y entregarse a lo desconocido. ¿Y porqué subo montañas? Porque me hace feliz. Soy feliz subiendo y soy feliz arriba; en el camino y en la cima, por igual. La belleza, el silencio, el riesgo y el agotamiento me hacen sentir más viva. Creo que entender el montañismo significa comprender que el sacrificio es parte de la recompensa, y yo disfruto del cansancio, del frío y de la incomodidad. Ser escalador es ser también un poco masoquista. Lo se. Pero qué lindo es! El volcán Kilimanjaro es lo más alto de Africa pero subirlo no presenta gran dificultad técnica; cualquier persona con algo de experiencia en montaña y muy buen estado físico “podría” alcanzar la cumbre si su cabeza, salud y el clima se lo permiten. En febrero de este año cumplí mi sueño de hacer cumbre en el Aconcagua, y esa experiencia me dio más ganas de seguir. Acá estoy, siete meses después, pronta a partir a las alturas otra vez. La ansiedad es mucha. Tengo todos los equipos listos, ya me dí las siete vacunas recomendadas para entrar a Tanzania y conozco a casi todos mis compañeros de expedición.
Además del ascenso tenemos una semana para hacer safaris y conocer Zanzibar, una isla de 200 personas que según se dice, tiene una de las playas más lindas del mundo.
Se que va a ser una experiencia muy rica, que llegue o no hasta arriba de todo en la montaña la voy a disfrutar enormemente, y que como me pasa después de cada viaje, voy a ser otra al volver.

No hay comentarios:

Publicar un comentario